Cuando ponemos un móvil en manos de menores les damos la posibilidad de acceder a una gran variedad de información.
Detrás de una pantalla se esconden muchos riesgos.
Para ayudarnos en esta tarea, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) y UNICEF España han llevado a cabo la campaña «Más que un móvil»
Nos explican las claves que hay que tener en cuenta antes de regalar a niños y adolescentes un teléfono móvil.
El estudio sobre el uso del móvil para niños fue planteado «con el objetivo general de hacer un diagnóstico de base del actual» haciendo hincapié en las «posibles conductas de riesgo» o potencialmente adictivos.
Los resultados obtenidos constatan la preocupación de las familias.
Se han detectado conductas constitutivas de sexting con tasas realmente preocupantes: el 8% manifiesta haber enviado fotos o vídeos personales de carácter erótico o sexual y el 26,8% manifiesta haberlos recibido.
El contacto con desconocidos en muchos casos esconde el peligro de grooming: el 57,2% ha aceptado a un desconocido en una red social y el 21,5% llegó a quedar en persona con gente que conoció a través de Internet.
Uno de cada 10 adolescentes recibió online una proposición sexual por parte de un adulto.
Según el INE, los padres regalan un teléfono a sus hijos a partir de los 10 años.
«La guía que no viene con el móvil» ofrece las claves para ayudar a las familias en la educación digital de sus hijos.
Plantea la elección del momento ideal para regalar un smartphone.
La necesidad de evaluar la sensatez del menor.
Otro punto clave, es el uso de un software de control parental, que ofrezca la «posibilidad de desbloquear contenido de interés y apropiado para su nivel de madurez» eligiendo los «filtros, restricciones y tiempos».
La guía se centra, además, en la necesidad de no compartir información ni fotografías personales con desconocidos, para que no sean expuestos al riesgo de ciberacoso o grooming.
Es muy importante evitar que en cualquier red social el niño añada como contacto a personas que los padres no conocen en la vida real.
Los últimos puntos de la guía están enfocados en la necesidad de desconexión diaria del menor y en la observación de los padres de los beneficios aportados por la experiencia digital, prestando atención «a sus emociones, especialmente a cambios de humor o reacciones fuera de lugar tras períodos de uso intensivo».
Tomando conciencia de los peligros a los que se encuentran expuestos los menores, la sociedad tiene el deber de enfrentarse al reto de educar a las familias al uso del móvil para niños.