Hoy en día, cualquiera puede escribir unas frases en una web o aplicación y obtener una imagen, una voz o incluso un vídeo generado por inteligencia artificial (IA). Parece mágico, pero detrás de esa tecnología hay una gran pregunta que pocos se hacen:
¿De dónde salen los datos con los que se entrena la inteligencia artificial?
¿Se está usando tu imagen, tu voz o tus datos personales sin que lo sepas?
La IA generativa y tus datos: ¿cómo funciona?
La inteligencia artificial generativa (como las que crean imágenes, vídeos, textos o audios) se alimenta de millones de ejemplos para “aprender”. A ese proceso se le llama entrenamiento.
- Fotos de rostros publicadas en redes sociales.
- Textos de blogs, artículos, comentarios.
- Grabaciones de voz, vídeos, ilustraciones…
Y muchas veces, sin que esas personas hayan dado permiso para ello.
¿Me pueden usar para entrenar una IA sin mi consentimiento?
Aquí es donde entra el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Según esta norma europea:
- Toda persona tiene derecho a saber si sus datos están siendo utilizados, Tiene derecho a oponerse y derecho a que se respeten su imagen, su voz y su identidad.
- No pueden usar tus datos personales libremente sin una base legal clara.
Quedando en riesgo:
- Tu imagen facial (por ejemplo, si aparece en redes sociales o perfiles públicos).
- Tu voz (en vídeos, pódcast, entrevistas…).
- Tu nombre o tus hábitos si escribes en foros o plataformas públicas.
- Datos de menores, si publicas fotos familiares.
Y lo más delicado es que estos datos pueden usarse para entrenar IA sin que tú lo sepas, si no están protegidos adecuadamente.
Tu imagen, tu voz y tu identidad no son datos públicos por defecto. Son tuyos, y tienes derecho a decidir qué se hace con ellos.
Frente a la IA generativa, no todo vale, y la privacidad sigue siendo un derecho fundamental que debemos proteger activamente.