
En pleno auge del comercio online, confiar en una empresa de mensajería para recibir nuestros paquetes se ha convertido en algo cotidiano. Sin embargo, pocas veces nos detenemos a pensar en la cantidad de datos personales que se manejan durante estos procesos y en los riesgos que conllevan cuando no se gestionan adecuadamente.
El problema: entregas incorrectas y suplantación de identidad
Cada vez que realizamos una compra por internet y solicitamos el envío de un paquete, facilitamos información como nuestro nombre, dirección, teléfono, e incluso en ocasiones, nuestro DNI. Estos datos deben ser tratados con todas las garantías que establece el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Sin embargo, no siempre ocurre así.
Uno de los errores más frecuentes es la entrega de paquetes a personas distintas del destinatario sin autorización expresa. En comunidades de vecinos, es común dejar envíos a terceros sin comprobar su identidad o sin contar con un consentimiento previo. También se han detectado casos en los que el repartidor, con el fin de cerrar la entrega rápidamente, marca el paquete como entregado, aunque todavía no lo haya depositado en manos del cliente.
Estas prácticas, además de generar confusión y pérdidas económicas, suponen una infracción grave en materia de protección de datos, ya que los datos personales pueden acabar en manos de personas no autorizadas.
Este tipo de prácticas pone en evidencia la falta de control en la cadena de entrega y la exposición innecesaria de datos personales a terceros no autorizados.
Riesgos de delegar la entrega a personas no autorizadas
Es habitual que, en urbanizaciones o comunidades de vecinos, los repartidores dejen paquetes en conserjerías o incluso en manos de vecinos amables. Aunque pueda parecer una solución práctica, esto puede suponer una vulneración grave de la normativa de protección de datos si no se ha autorizado previamente al receptor.
Recordemos que ya existen antecedentes sancionadores. Empresas como Envialia, UPS o GLS han sido multadas con cifras de entre 70.000 y 140.000 euros por entregar paquetes a personas no autorizadas o por dejar envíos en lugares no seguros.
¿Qué deben hacer las empresas de mensajería?
Cualquier empresa que maneje datos personales en sus servicios —como es el caso de las compañías de mensajería— debe garantizar la confidencialidad, integridad y seguridad de esa información. Esto incluye:
- Formar a su personal en buenas prácticas.
- Contar con protocolos claros para validar la identidad de los receptores.
- Asegurar que sus repartidores, incluso si son autónomos subcontratados, cumplan el RGPD.
- Evitar entregar paquetes sin autorización previa del destinatario o sin registro fiable del receptor.
¿Qué puedes hacer como consumidor?
- Asegúrate de indicar claramente a quién puede entregarse el paquete en tu ausencia.
- Evita dejar como punto de entrega lugares genéricos o sin supervisión.
- Si ves alguna irregularidad, solicita explicaciones y presenta una reclamación.
- Ante un posible extravío o entrega fraudulenta, puedes denunciar los hechos ante la Agencia Española de Protección de Datos.
La comodidad de comprar online no debe comprometer tu privacidad. Exige a las empresas de mensajería que cumplan con su responsabilidad y protege tu información personal, especialmente en periodos donde los errores —o las negligencias— son más frecuentes.
No te pierdas la entrevista completa con Javier Nogueroles, que podrás escuchar cada semana en el programa TIC TAC DATOS de ONDA NARANJA COPE.